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Otakus reunidos en el I Congreso Iberoamericano de innovación docente

Justo cuando pensaba que no volvería a sacar a pasear a mis Akuma, recibí la sorprendente noticia de que mi friki-proyecto había sido seleccionado para su presentación en el I Congreso Iberoamericano de innovación docente. Lo de ser ponente en un congreso da un poquito de vértigo, pero cuando te paras a pensar que vas a contar a gente de numerosos países cómo trabajamos en la escuela rural aragonesa, no puedes evitar sentir cierta responsabilidad. Que no diré yo que es como ir a Miss Universo a representar a tu país, pero vamos, que casi, casi.

El evento iba a tener lugar en Algeciras durante el puente de la Constitución. Me ahorraré contaros los problemas que me pusieron inicialmente ciertas personas de la Administración para darme permiso y poder viajar el día 5 de diciembre (el congreso empezaba el 6 a las 9 de la mañana). Al parecer, la presión de las altas estancias educativas para que hagamos proyectos de innovación no va acompañada de facilidades para poder exponer tu trabajo, pero en fin, son de esas cosas que no tienen explicación ni la tendrán. Como el misterio de por qué a ti las croquetas no te salen como a tu madre. Afortunadamente, alguien se dio cuenta de que el teletransportador de materia todavía no se ha inventado y que Algeciras está a "una tiradita" de Zaragoza (en concreto a un tren y un autobús, más los dos autobuses que me separan de la estación) y firmó el correspondiente permiso.

Podría hacer una crónica exhaustiva del congreso para rememorar mi pasado como periodista, pero qué queréis que os diga, me da mucha pereza. Presencia española, escasita, o se escondieron muy bien (salvo las grandes figuras); yo, la verdad, preferí compartir mi tiempo con gente de México, Chile, Venezuela, Brasil, Argentina, Perú, etc. y aprender cómo está el temita de la educación en otros países. Si las ponencias fueron enriquecedoras, las pausas para los cafés y las comidas, aún más. La sabiduría que se despliega en los bares siempre es un excelente complemento a cualquier evento educativo.

Pero vayamos a la ponencia. Me tocaba exponer en penúltimo lugar, el último día y, como no podía ser menos, algo pasó. Llevábamos tres días de congreso muy tranquilos, así que advertí a mis compañeros habituales de que algo sucedería antes o durante mi ponencia. "Es marca de la casa" les dije, pero claro, no me creyeron. Como somos gente muy organizada y yo quería asistir a la ponencia de un compañero chileno, enviamos a un explorador a la sala en la que yo tendría que exponer, mientras yo permanecía en otra sala para ver a este profesor. Nos comunicábamos a través del móvil, "¿como va?, bien, bien, aún no te toca". A los diez minutos de empezar la charla del chileno, se abrió de golpe la puerta y entró nuestro explorador venezolano haciendo aspavientos para que saliera corriendo porque "ya te toca". Al parecer, el primer ponente había fallado y las charlas se habían adelantado media hora. Salí literalmente corriendo, tras mirar a mis compañeros con una expresión de "ya os lo dije" y llegué jadeando a mi sala, pidiendo disculpas por el retraso. Una entrada triunfal, vamos. Tras recuperar el resuello y como nada podía mejorar esa primera mala impresión, saqué la artillería pesada. "Me llamo Carolina Rodríguez y soy veterinaria, profesora de FP y otaku. ¿Hay algún otaku en la sala?". Pues los debía haber porque mucha gente empezó a reírse y a asentir con la cabeza. Sorprendentemente, existen otakus encubiertos en la comunidad educativa latinoamericana. A partir de ahí, a contar cómo monté un proyecto de gamificación sin apenas medios tecnológicos y lo mantuve seis meses en pie.

Dos cosas que me hicieron ilusión en la ponencia. Uno, que el humor "somarda" aragonés es perfectamente comprensible por gente de otros países; dos, que un profesor español vino expresamente a la charla, pero como se adelantó, se la perdió. No me alegro de que se la perdiera, pero eso de que vengan a verte, pues hace ilusión. Tontica que es una. No sufráis, nos fuimos a comer todos juntos y lo puse al día con el proyecto.

Os pondría alguna foto de la charla, pero entre que me estoy especializando en dar charlas en cuevas y que mi exceso de expresividad hace que las imágenes salgan un pelín movidas, no va a ser posible. Para compensar, os dejo una foto de la inauguración del congreso con el cartelico detrás.

El alcalde de Algeciras inaugurando el Congreso.

Pues hasta aquí la aventura algecireña. Desconozco qué futuro le espera a Akuma Survival, puesto que este año no he podido seguir con el proyecto, pero si tiene más recorrido, os enteraréis por aquí.

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